La mediación es un proceso de resolución de conflictos alternativo a la vía judicial, en el que las partes, con la ayuda de un mediador, tratan de alcanzar la solución al conflicto de forma voluntaria, sin imposiciones de terceros, ni siquiera judiciales, consistiendo la labor del mediador en la dirección o guía de todo el proceso.
Otras alternativas a la mediación, como puede ser la vía judicial o arbitral, se basan en que normalmente una de las partes “gana” -entendiéndose que se ve más favorecida-, y necesariamente la otra “pierde”; la mediación ofrece la posibilidad a las partes de no ser derrotadas, y establecer las reglas de su relación sobre la base de la igualdad entre ambas, el respeto, y el entendimiento mutuos, sin que ninguna de ellas tenga que ceder intereses sino que las partes buscan una posición que pueda ser compartida, a través de la colaboración y no de la confrontación.
Con una gran tradición en otros países de nuestro entorno, y con ya una cierta trayectoria en nuestro sistema jurídico, a pesar de un gran desconocimiento sobre su funcionamiento y posibilidades, la reciente publicación del Real Decreto-Ley 5/2012, de 5 de marzo, de mediación en asuntos civiles y mercantiles, en el que se modifican determinados artículos de la Ley de Enjuiciamiento Civil para reconocer la eficacia de los acuerdos alcanzados en mediación en los asuntos que ya están judicializados, ha provocado que se observe esta disciplina como la gran esperanza para desbloquear el eterno colapso de los Tribunales de Justicia. El acuerdo alcanzado constituye un contrato privado entre las partes, y por lo tanto, es de obligado cumplimiento. Si se eleva a escritura pública o es homologado judicialmente es título ejecutivo.
En Pro Iuris contamos con mediadores especializados y en continua formación en este campo, ofreciendo la experiencia de nuestros mediadores para solucionar conflictos en todos los ámbitos del derecho -civil, familia, herencias, mercantil, penal, penitenciario-.